Inter de Porto Alegre fue derrotado en su propio estadio, por el campeón de Amércia del 2008 (Liga de Quito) por 1-0.
El técnico de la Liga de Quito expresó su alegría, pero recalcó que aún faltaba 90 minutos por jugar.
Liga de Quito demostró un juego de calidad, atacó bien y defendió bien.
En el minuto 55, llegó el golazo de Bieler, en la cual no pudo meterle a la primera pateada, sino a la segunda.
En el minuto 55, llegó el golazo de Bieler, en la cual no pudo meterle a la primera pateada, sino a la segunda.
En el minuto 72, hubo la expulsión de Bolívar por una falta que cometió.
Este resultado, que supuso la primera derrota del Inter en su casa esta temporada, dejó a los ecuatorianos en una situación de privilegio, pues con el empate en el partido de vuelta, que se disputará en la altitud de Quito dentro de dos semanas, podrán alzar la primera Recopa de su historia.
Desde el primer minuto, el campeón de América dejó clara la intención con la que había acudido a Porto Alegre: defenderse con uñas y dientes para amarrar un resultado favorable.
Un exponente claro fue el guardameta Alexander Domínguez, que comenzó a perder tiempo en los saques de puerta y de falta que puso en movimiento desde el minuto 10.
Los locales, mermados por varias bajas, comenzaron su asedio a la muralla ecuatoriana con un ritmo parsimonioso, sin demasiadas prisas, bajo la batuta del argentino Pablo Guiñazú, cerebro del equipo, omnipresente en el eje de creación de todas las jugadas de los brasileños.
Pero el dominio del campeón de la Copa Sudamericana de 2008 no se tradujo en ocasiones de gol. En los primeros 45 minutos, tan solo un potente disparo a media distancia de Taison obligó al arquero rival a poner a prueba sus reflejos.
Luego, los brasileños fueron cediendo terreno ante la presión de los quiteños, que plantaron cara en el centro de la cancha y equilibraron las fuerzas.
Con el argentino Andrés D’Alessandro a medio gas, recién recuperado de una tendinitis, y por la ausencia de Nilmar el Inter encontraba muchas dificultades para crear juego y desbordar a la eficiente línea pretoriana de sus rivales.
El Inter, que no comenzó mejor la segunda mitad, se vio sorprendido en un fulgurante contraataque, una penetración de Christian Lara hasta la línea de fondo que desarmó por completo la zaga ‘colorada’.
Antes de pisar la cal, el delantero cedió hacia el área, donde Paul Ambrossi no alcanzó a llegar al balón, pero sí lo hizo el argentino Bieler, quien consiguió el gol en el segundo remate, después de que el guardameta Lauro repeliese su primer intento.
El gol puso nerviosos a los brasileños, que veían cómo se alejaba el trofeo. El defensor Bolívar perdió los papeles y agredió al paraguayo Enrique Vera, de Liga, lo que le reportó la tarjeta roja, todavía con casi veinte minutos por delante. Esto complicó más su situación.
Este resultado, que supuso la primera derrota del Inter en su casa esta temporada, dejó a los ecuatorianos en una situación de privilegio, pues con el empate en el partido de vuelta, que se disputará en la altitud de Quito dentro de dos semanas, podrán alzar la primera Recopa de su historia.
Desde el primer minuto, el campeón de América dejó clara la intención con la que había acudido a Porto Alegre: defenderse con uñas y dientes para amarrar un resultado favorable.
Un exponente claro fue el guardameta Alexander Domínguez, que comenzó a perder tiempo en los saques de puerta y de falta que puso en movimiento desde el minuto 10.
Los locales, mermados por varias bajas, comenzaron su asedio a la muralla ecuatoriana con un ritmo parsimonioso, sin demasiadas prisas, bajo la batuta del argentino Pablo Guiñazú, cerebro del equipo, omnipresente en el eje de creación de todas las jugadas de los brasileños.
Pero el dominio del campeón de la Copa Sudamericana de 2008 no se tradujo en ocasiones de gol. En los primeros 45 minutos, tan solo un potente disparo a media distancia de Taison obligó al arquero rival a poner a prueba sus reflejos.
Luego, los brasileños fueron cediendo terreno ante la presión de los quiteños, que plantaron cara en el centro de la cancha y equilibraron las fuerzas.
Con el argentino Andrés D’Alessandro a medio gas, recién recuperado de una tendinitis, y por la ausencia de Nilmar el Inter encontraba muchas dificultades para crear juego y desbordar a la eficiente línea pretoriana de sus rivales.
El Inter, que no comenzó mejor la segunda mitad, se vio sorprendido en un fulgurante contraataque, una penetración de Christian Lara hasta la línea de fondo que desarmó por completo la zaga ‘colorada’.
Antes de pisar la cal, el delantero cedió hacia el área, donde Paul Ambrossi no alcanzó a llegar al balón, pero sí lo hizo el argentino Bieler, quien consiguió el gol en el segundo remate, después de que el guardameta Lauro repeliese su primer intento.
El gol puso nerviosos a los brasileños, que veían cómo se alejaba el trofeo. El defensor Bolívar perdió los papeles y agredió al paraguayo Enrique Vera, de Liga, lo que le reportó la tarjeta roja, todavía con casi veinte minutos por delante. Esto complicó más su situación.
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